sábado, 25 de octubre de 2008

Combi

Angela Pradelli­
Emecé. Novela, 286 páginas. Edición 2008. Precio aproximado: 50 pesos

En 2004, Angela Pradelli ganó el Premio Clarín de Novela con una obra minimalista e impecable. Esa eficaz concisión se echa ahora de menos. Combi quiere decirlo todo. Es una apuesta al costumbrismo militante, en un doble sentido. Militancia de género, pues recrea mujeres que son santas en un universo de machos infernales. Y militancia social pues se ha propuesto denunciar, con un procedimiento estético harto discutible, el atroz crimen de los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

Pradelli, docente de profesión, cultiva el vicio del didactismo. En tercera persona se empeña en enseñarle algo al lector. Además, hace concesiones a la época. Al parecer, hoy no se está a la moda si no se usa el pastiche postmoderno. Seamos sinceros, qué valor artístico pueden tener un parte meteorológico, una declaración textual de Juan José Alvarez o la receta de un repasador. Puede que el error forme parte también de este jueguito. En la página doscientos treinta y cuatro, una tal Namubiejeszuck se transforma en Matuviejesuk. La misma descripción de Nicolás se repite en las páginas ciento sesenta y cuatro y doscientos cincuenta y dos.

La novela engarza unas quince historias de vida, algunas trágicas otras pintorescas o bien estereotipadas (el quejoso parece un personaje de la familia Campanelli). Son pasajeros y empleados de una combi que une regularmente Adrogué con el Obelisco. Pradelli los va presentando en una mañana caliente: activistas planean cortar el Puente Pueyrredón en el aniversario de los asesinatos de Kosteki y Santillán. ¿Podrá cruzar el intrépido grupo a la Capital Federal? A este tenue suspenso se reduce la trama. Más seductora es cierta `poética del habitante del suburbio' que la autora urde con destreza. La identificación es fácil y causa ternura.­

Guillermo Belcore­

­Calificación: Regular­

­PD: ¡Qué floja vino la literatura nacional este año! Tengo una teoría al respecto. Quizás la escriba uno de estos días.­

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