domingo, 1 de marzo de 2009

Historia secreta de Costaguana

Juan Gabriel Vázquez
Alfaguara. Novela de 293 páginas. Edición: 2008.

Usan los chinos una lúcida expresión para maldecir: “Que te toquen tiempos interesantes“, espetan sin más. Los tiempos interesantes -s¡ lo sabremos los periodistas- son los tiempos de revolución, guerra, debacle económica. Es ese momento diabólico cuando la Historia y la Política se asocian para malversar los destinos individuales. Esa maldición es el eje de esta cautivante novela, escrita por un joven a quien le duele la patria.
Es probable que Juan Gabriel Vásquez (Bogotá 1973) aún no haya encontrado su mejor voz. Es raro el párrafo al que no le sobren palabras. Tiene el afán de decirlo todo. Hay demasiados sustantivos comunes en mayusculas. Emplea el recurso de hablarle a un supuesto tribunal de lectores. Casi nunca resulta encantador. Pero todos estos deslices se ven largamente compensados por el tema. La novela nos agarra de las solapas y no nos suelta hasta el final. Unir a un famoso escritor con un pobre colombiano anónimo y desterrado para detallar la invención de la República de Panamá no puede sino ser el fruto de un genio vivaz y original.
El lector culto habrá percibido que el título de esta obra refiere a Nostromo, uno de los libros consagratorios del colosal Joseph Conrad. El narrador se llama José Altamirano, supuesta musa del escritor nacido en Polonia. Con prosa torrencial va trazando dos vidas paralelas que finalmente convergen en una gélida noche londinense. Antes de eso, Vázquez dicta lecciones de historia sobre un país aficionado a las carnicerías despiadadas, donde los hombres no se ayudan a s¡ mismos, como bien percibió Conrad. El protagonista (sumiso ante la voz ronca del Tío Sam) cumple un papel relevante en la amputación de uno de los brazos de la querida Colombia. Se trata de una dramática y conmovedora venganza. Fue un tiro para el bando de la Justicia. ¿Qué derecho tiene el Estado de arruinarle la vida al hombre ajeno a las luchas de poder?
Guillermo Belcore

Calificación: Bueno
Publicado en el suplemento de Cultura del diario La Prensa.

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