Proyecto Diez Mil Cuentos
Argumento número treinta y uno.Enoch Soames
Max Beerbohm
Antología de la literatura fantástica. Compilado por Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares en 1940. El prólogo es de A.B.C. Editorial Sudamericana. Sexta edición. 1989
Estamos a fines del siglo XIX. El señor Beerbohm conoce a un literato fracasado, pero el fracaso es total, sin barniz ni atenuantes. Escribió tres libros, el segundo vendió tres ejemplares; el último quizás menos. La única virtud, acaso, del melancólico Enoch Soames es pasar siempre inadvertido, lograr que todos lo ignoren o lo olviden. Dice ser algo tan improbable como un “satanista católico“; presume de desdeñosa esfinge, simula que la indiferencia generalizada no lo afecta. Mentira. Lo afecta a tal punto que se declara dispuesto a vender cuerpo y alma al diablo si le permite viajar al futuro para constatar en la Biblioteca de Londres si la posteridad registró su nombre. Obviamente, Lucifer, un sujeto más bien vulgar y repelente, acepta el trato. Soames va a 1997 y vuelve, naturalmente, derrotado. Encontró una sola huella, en Literatura Britaniqa 1890-1900 de T.K. Nupton, publicado por el Estado en 1992. Menciona la página 274 un cuento de Beerbohm que narra la historia de un tipo ficticio (¡ficticio!) llamado Enoch Soames, “un poeta de tercera categoría que se creía un genio e hizo un pacto con el diablo para saber qué pensaría de él la posteridad”. Tal como se había acordado, Belcebú pasa a buscar al señor Soames a las siete en punto.
PD: Tres razones me han forzado a releer este cuento extraordinario, publicado por primera vez en 1919. Primero: es una sátira magnífica de los esfuerzos de los escribidores mediocres para ganar un espacio bajo el sol. Segundo: rehace el mito de Fausto. Tercero: es very british.
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