El Diccionario de Asterión XI
Canónico II:
La mejor definición de libro canónico, o al menos la más bellamente expresada, es de Jorge Luis Borges:
"Obra que perdura siempre, capaz de una infinita y plástica ambigüedad. Es todo para todos, como el Apóstol; es un espejo que declara los rasgos del lector y es también un mapa del mundo. Ello debe ocurrir, además, de un modo evanescente y modesto casi a despecho del autor; éste debe aparecer ignorante de todo simbolismo".
Vale decir, el Maestro sostiene que la obra canónica es universalista en su impacto y ambición, permite al lector identificarse, ofrece una visión totalizadora de la realidad y se aleja del panfleto o la soflama (se me ocurre alguna que otra excepción en este punto, algún libro de John Berger, por ejemplo).
Otra definición borgeana interesante es la de clásico:
"Clásico es aquel libro que una nación o un grupo de naciones o el largo tiempo han decidido leer como si en sus páginas todo fuera deliberado, fatal, profundo como el cosmos y capaz de interpretaciones sin término".
Un canón del siglo XXI (libros publicados después de 2000):
Estados Unidos:
Junot Díaz: La maravillosa vida breve de Oscar Wao
Jonathan Franzen: Las correcciones.
John Hill: El traje del muerto, Cuernos.
John Irving: Hasta que te encuentre, Personas como yo.
Stephen King: 22/11/63.
Jhumpa Lahiri: Tierra desacostumbrada
Eugene Martin: Desperdicios.
Corman McCarthy: No es país para los viejos.
Thomas Pynchon: Contraluz.
Philips Roth: Némesis
Don Winslow: El poder del perro.
Tobías Wolf: Aquí comienza nuestra historia. Vieja escuela
Obviamente, la lista puede y debe ser enriquecida por los amigos de este blog. Nadie puede leer todo lo excelente que se publica. Para mí, las obras aquí mencionadas cumplen el principal requisito de lo canónico: piden a gritos una relectura.
3 comentarios:
Un par de libros de cuentos:
- Knockemstiff, de Donald Ray Pollock.
-Todo arrasado, todo quemado, de Wells Tower.
(Si no los conoces, no te defraudarán.)
Por otro lado, no estoy seguro de que el libro de Junot Díaz merezca figurar en la lista (sin duda es muy divertido, pero). ¿Y no es quizás una trampa incluir un libro, Aquí empieza nuestra historia, que es en realidad una antología (los cuentos nuevos que incluye, me digan lo que me digan, NO están a la altura de los de sus libros clásicos? En fin, se perdona porque Wolff es demasiado bueno.
A propósito de Borges, yo también tengo casi siempre, como todos sus lectores, una cita suya en la boca (me alegré enormemente al descubrir que un amigo había guardado mi número en su agenda bajo el epígrafe Dani-Borges, porque decía que siempre lo estaba citando), y una de las que más he repetido es la que concluye el ensayo que citas más arriba. “Clásico no es un libro (lo repito) que necesariamente posee tales o cuales méritos; es un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad.”
Sintiéndolo mucho, no creo que los libros clásicos o canónicos tengan un valor universal. "Libro clásico" es un certificado de calidad que emiten las instituciones literarias de cada época (y que a menudo corroboran los lectores). Hoy Cervantes es clásico, porque
1. Lo hemos aprendido en la escuela.
2. Al leerlo, comprobamos que sigue hablando de nosotros mismos.
Tal vez dentro de dos siglos la gente sea tan distinta que el Quijote ya no le diga nada. Tal vez (ojalá) el Quijote siga entonces tan vivo como ahora. (Huelga decir que esta visión historicista está hoy muy difundida y que no por ello va a ser verdadera, pero tampoco falsa. Y lo mismo cabe decir respecto de la universalista).
Estimado Guillermo:
De su lista he visitado a McCarthy, King y Hill. El de mi amado King, 22/11/63, me provoca una rarísima melancolía: cada vez que veo el inmenso lomo en mi biblioteca, me dan ganas de abrazar el volumen, pasear por sus páginas, releer esos deliciosos párrafos finales.
Saludos,
Marcelo
Guillermo:
Le comparto algunos de mis perdurables...
1. Chicos prodigiosos, de Michael Chabon.
2. Salem's lot y 22/11/63, de Stephen King
3. La trilogía de Nueva York y El Palacio de la Luna, de Paul Auster.
4. La invención de Morel, de Bioy Casares.
5. Ficciones y El Aleph, de Jorge Luis Borges.
6. La sexta lámpara, de Pablo De Santis.
7. No es pais para viejos, de Cormac McCarthy.
8. Cosecha roja, de Dashiell Hammett.
9. El prestigio, de Christopher Priest.
10. Los monstruos de Templeton, de Lauren Groff.
Saludos,
Marcelo
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