Leonardo Padura
Tusquets. Novela, 516 páginas, edición 2013.
Medio siglo de castrismo, una revolución de intelectuales, no ha sido propicio para el arte (por no decir nefasto). La Cuba oficial no generó en ese tiempo un narrador decente, con la excepción quizás de Leonardo Padura (La Habana 1955), autor de una novela histórica magnífica (El hombre que amaba los perros) y de la despareja saga policial protagonizada por el detective Mario Conde. Su nueva obra, en lo que a la calidad literaria se refiere, ha retrocedido algunos casilleros.
Herejes, eso sí, no carece de ambición, una virtud que siempre es admirable. Reconstruye, el terrible y bochornoso episodio del SS Saint Louis de 1939. Injerta, como si de otra novela se tratase, un fragmento de la vida de Rembrandt. Aborda la grandeza y el martirio del pueblo judío. Revela el fructífero éxodo a Miami de la comunidad hebrea de Cuba... y por razones de espacio, no seguimos mencionando los núcleos narrativos. Todo esto, enriquece una trama policial: el quejumbroso Conde es reclutado por el hijo de un emigrado judío para investigar el pasado y seguirle la pista a un pintura antigua que vale un par de millones de dólares.
Si el tema del libro es magnífico, la ejecución no está a su altura. El estilo vargallosiano de Padura (peor aun, decimonónico) termina siendo tedioso a causa de su manía por explicarlo todo. Sobran párrafos, muchísimos. Hay una vaivén harto frecuente entre genialidad y ñoñería que deteriora el conjunto. La escritura propende al esencialismo (“los cubanos somos…"), la superficialidad y el melodrama. Los diálogos suelen ser mediocres.
No puede dejar de aplaudirse, por otra parte, la valentía de Padura para retratar la miseria de la Cuba actual. La degradación de la vida cotidiana, después de medio siglo de comunismo puro y duro, es pavorosa, me recuerda lo más brutal del conurbano bonaerense. La censura, al parecer, sólo le ha exigido al literato que no señale con el dedo a los hermanos Castro.
Guillermo Belcore
Publicada hoy en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa
Calificación: Regular
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