lunes, 9 de abril de 2012

Diez consejos de Pynchon

Diario de un lector apasionado XXIV

Quinta feira, 19.00. Estado de Paraná, Brasil. A bordo de un ómnibus.


Tengo la sospecha de que los mandarines de Estocolmo no han entregado aún el Nobel de Literatura a Thomas Pynchon por una sola razón: temen que el mejor narrador norteamericano vivo envíe a recibirlo a un cómico tal como hizo, en su oportunidad, con el National Book Award. ¡Por Dios, qué bien escribe Pynchon!, me digo una vez más, ahora a bordo de un ómnibus de la Catarinense. Estoy atravesando el estado de Paraná, en viaje desde Foz de Iguazu hasta Camboriú, y me acompaña un librito de cuentos que Tusquets acaba de publicar para gozo de mi hermandad, el club de admiradores del eremita más famoso (ahora que Salinger murió).

Me limitaré a comentar el sublime prólogo. Provoca, como cualquier manifestación de Alta Literatura, el efecto suspensión del tiempo. Comencé a leer el texto en Medianera y -¡oh sorpresa!- cuando levante la vista ya estaba en la Rodoviaria de Cascavel. Una hora pasó volando. Siempre he sostenido que la virtud primordial que debe ostentar un escrito que se pretende literario es la de mantener absorto al lector, ajeno por completo a ese engorro llamado realidad. Es el primer paso. Después de establecida la amenidad, opinaremos sobre la eficacia estética del texto, materia de discusión inacabable pues depende de algo tan lábil como el gusto.

Por lo que veo desde mi cómoda poltrona, Cascavel es, sin lugar a dudas, una ciudad próspera. La Rodoviaria es enorme. Me recuerda a Río Cuarto, en Córdoba. Estoy en el corazón del Brasil gringo, agrícola y de piel blanca, aquí -sospecho- el Partido de los Trabajadores de Lula debe tener hartas dificultades para hacer pie. Volviendo al prólogo, Pynchon admite que estos relatos escritos hace unos cincuenta años son ejercicios de aficionado y detalla, con humor cautivante, sus defectos. Estoy seguro que ningún escritor argentino -siempre tan inseguros de sus destrezas- se animaría a tanto. El prefacio establece también una serie de principios que pueden aplicarse para el análisis estructural de una obra literaria o bien usarse en los talleres literarios (esas fabricas de nulidades) como sugerencias para novatos. A eso, quería llegar, quiero compartir los diez consejos de Pynchon para el escritor principiante. A saber:

1) ¿Qué puede decirse de la seriedad de la ficción? ¿Cómo trata el tema de la muerte? ¿Cómo aborda las clases sociales? ¿Resuelve algún problema trascendente?

2) ¿Cuál es el material teórico?

3) ¿Qué denuncia? ¿Qué informa? ¿Qué refleja de la vida real?

4) ¿Qué tal es la voz narrativa?

5) ¿Qué puede decirse del estilo?

6) ¿Tiene el autor buen oído para el habla? ¿Cómo son los diálogos?

7) ¿Tienen vida los personajes? ¿Se mueven, evolucionan?

8) ¿Qué piensa de los detalles? ¿Descubre algún error?

9) ¿Cuál es la calidad de ensamblaje de los elementos estructurales?

10) ¿Qué influencias se perciben?

Bien, ya hablaré en otra entrada de los cinco cuentos. Me felicito, en tanto, por haber traído a Pynchon de vacaciones.
Guillermo Belcore

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro,agora sim vocé vai ao Brasil!,seu(...)vou manter a compostura.
Pensando bem já que vocé esta por ahí procure ver si podes dar uma volta por Blumenal é uma cidade maravilhosa é realmente muito bonita.
Os fundadores desta cidade como vocé ja debe saber foram os imigrantes europues da 1°gerra mundial,eles trataram de fazer deste sector algo similar á sua terra natal Alemhna.
Bom eu deixo-lhe para que vocé possa fazer os seus passeios tranquilos.
Em quanto eu fico en compania de Mata Hari uma excelente biografía.
Pida mousse de maracuja que é uma delicia,ah prove un bom Estrogonoge de carne tenho certeza que vocé vai adorar

Anónimo dijo...

Querido Guillermo. Estoy en búsqueda de una novela romántica que conmueva. No me refiero al movimiento r sino al amor. Una buena obra sobre esta pasión. Tal vez puedas ayudarme.
Gran abrazo y gracias!

Pd: tal vez podrías ensayar tu lista de las mejores 10 y que explote la controversia!

Juan Martín

Guiasterion dijo...

'Verano y amor' de William Trevor, sin duda, muy recomendable. En este blog está la reseña. La lista es una buena idea, veré si me da el cuero para confeccionarla.

Un abrazo
G.B.

Anónimo dijo...

Grande su comentario. Se lo extrañaba querido asterion.

Alejandro
Desde chile.