Hans Joachim Schädlich
Adriana Hidalgo. 188 páginas. Edición 2012. Novela. Precio aproximado: 82 pesos
Que la Alta Literatura es cuestión de profundidad no de extensión lo corroboran novelas como ésta que, en avaras páginas, se las ingenia para desollar algunas plagas contemporáneas. El alemán oriental Hans Joachim Schädlich (1935) iguala al nazismo y al bolchevismo como exterminadores de cualquier atisbo de democracia, allí donde logran prosperar. Es conveniente que los intelectuales latinoamericanos -por lo general intoxicados con castrismo- lean de tanto en tanto a los grandes escritores centroeuropeos. Les quedaría en claro al infierno que conducen los regímenes de partido único.
El libro fluye en varios planos temporales. La arquitectura es perfecta. Conocemos a Fiódor Kokoshkin, botánico eminente, exiliado en Estados Unidos, hijo de un ministro de Kerensky acribillado a sangre fría por los rojos. A su edad no le falta espíritu emprendedor. A los noventa y cinco años, Fiódor quiere dar un vistazo a los lugares del triste pasado. Lo acompaña en San Petersburgo y Berlín un amigo checo que conoció en la Praga mártir de 1968. Finalmente, retorna a Boston en un trasatlántico de lujo, donde incluso intenta seducir a una dama alemana, qué divertido. La decisión de narrar cinco días en un crucero en alta mar fue una decisión sagaz del autor. Acaso, no exista un muestrario más revelador de la estupidez contemporánea; basta con dejar que las gentes prósperas -tan obsesionadas con matar el tiempo- se expresen libremente para que el ridículo campee a sus anchas. Lo mismo ocurre en Facebook.
El estilo de Schädlich es parco, pero minucioso y riquísimo en ideas. En verdad, es un placer que Adriana Hidalgo -sello inteligente si los hay- lo haya traído al castellano. Literatura de primera que nos deja con una vaga sensación de amargura.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario