Niall Ferguson
Debate. 509 páginas. Edición 2012. Ensayo de Historia.
“Hoy, como en 1938, la mayor amenaza a la civilización occidental no proviene de otras civilizaciones sino de nuestra pusilanimidad y de la ignorancia histórica que la alimenta”.N.F.
Entre todos los asuntos internacionales que hoy discuten los estrategas y la comunidad de eruditos, es muy probable que el más acuciante sea éste: ¿Estamos viviendo el final de quinientos años de supremacía occidental? El presente libro, tan ameno como riguroso, ofrece una respuesta. Y como bonus track trae una teoría sobre el ciclo de las civilizaciones (como todos los sistemas adaptativos complejos, las civilizaciones funcionan en aparente equilibrio durante un período impredecible; y luego, de manera abrupta, se desmoronan. Los cambios son repentinos).
Niall Ferguson, joven catedrático mediático de Harvard y de Oxford, escudriña al pasado para comprender el presente. “Me he formado la firme opinión de que la gente que vive actualmente presta una insuficiente atención a los muertos”, sostiene. Su aporte intelectual es la definición de seis ‘aplicaciones demoledoras’ que permiten comprender por qué un puñado de belicosas, malolientes e innovadoras naciones del extremo occidental de Eurasia dominaron el planeta a partir del año 1.500 DC. A saber: competencia, ciencia, imperio de la ley, medicina, sociedad del consumo, ética del trabajo. La descripción del impacto de estas killers aps responden los interrogantes fundamentales de los últimos cinco siglos. Por ejemplo, ¿por qué China se había retrasado?; o ¿por qué el Imperio Otomano se desplomó?; o ¿por qué la democracia y el capitalismo no echaron raíces en América latina?; o ¿qué tiene la ropa occidental que resulta universalmente irresistible?
Atento a la circunstancia de que el pueblo perdona cualquier cosa excepto que no se lo entretenga, Ferguson hilvanó un relato (palabreja de moda en la Argentina). El ensayo puede ser leído, también, como una refutación a los tomos de Eric Hobsbawn o de cualquier otro historiador “esclavizado por Marx”. El autor odia cualquier clase de determinismo histórico, pone el acento en la importancia de las ideas en el cambio. El suyo es una suerte de conservadurismo convincente que explica la decadencia occidental, entre otras razones, como el producto de la declinación moral que ha traído aparejada el ocaso de la religión y de la ética del esfuerzo laboral. Al fin y al cabo, casi nadie en esta mitad del mundo trabaja, estudia o investiga como un chino.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del Diario La Prensa, bajo el título 'El crepúsculo de una era'.
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