El diccionario de Asterión IX
SENSIBILIDAD:
Sust. Común: Mecanismo interno que reacciona a lo que está frente a él: una buena (o mala) frase, una escena vívida y emocionante (o borrosa y plana) Es una cualidad absolutamente esencial. Sin ella, el lector (profesional o no) es similar a un burro con una flauta. Una sólida cultura literaria no implica una gran sensibilidad. Obsérvese el caso de Nabokov, incapaz de disfrutar (o al menos reconocer) a Thomas Mann o a Faulkner. Un caso de sensibilidad imperfecta.
Hasta aquí, la reflexión de Thomas McCormack en su esclarecedor ensayo La novela, el novelista y su editor (Pinche aquí). Añado que probablemente no exista una sola clase de sensibilidad. Hay un punto de capricho tanto en la admiración como en el rechazo honesto; es el capricho derivado del gusto, que se forja tanto con las predisposiciones de nuestra psiquis como de la experiencias y el aprendizaje. No todo es para todos, convengamos. Borges sostenía que Goethe es la forma más famosa del tedio, otras personas inteligentes juran que es la cima de la literatura (lo mismo se aplica a Joyce). Nada tiene que ver la sensibilidad, naturalmente, con la aprobación generalizada y acrítica del diarismo ante, por ejemplo, las mercancías defectuosas de la literatura argentina. Aquí opera el amiguismo, la cobardía y el cálculo económico.
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