domingo, 19 de junio de 2016

Panorama después de la orgía

Hace unos días, la Organización Mundial de la Salud informó sobre el espectacular aumento de la esperanza de vida entre 2000 y 2015. Una persona nacida el año pasado puede vivir, en promedio, hasta los 71,5 años (en la Argentina hasta los 76,3 años). La mejora de la longevidad es la más importante desde la década del sesenta. ¿Qué significa esto? Que el capitalismo está rescatando de la miseria a millones de personas, sobre todo en Extremo Oriente, Africa y el ex mundo comunista. La tendencia es clara, pero pensadores reconocidos como Zygmunt Bauman (Poznan 1925) la ignoran olímpicamente. El quejido interminable del eurocentrismo se expresa en el ensayo más reciente del profesor polaco afincado en Gran Bretaña, célebre por haber acuñado varios títulos efectistas.
 

El sello Paidós acaba de publicar (Estado de crisis, 205 páginas) un diálogo epistolar entre Bauman y el periodista Carlo Bodoni que, sin decir una palabra sobre China, pretende explicar el mundo actual. No encontrará nada nuevo aquella persona ya familiarizada con el concepto baumaniano de la modernidad líquida, una forma de modernidad degradada en la que supuestamente vivimos, caracterizada por la contingencia, la volatilidad, la fluidez, la incertidumbre endémica y el riesgo elevado. Lo solido se ha desvanecido en el aire y todo lo sagrado es motivo de profanación, nos advierten Bauman y Bordoni, que quieren hacer sociología de la crisis, tras "el colapso de la economía del crédito y el fin de la certezas''.

A pesar de la cortedad de miras y de cierta propensión al cliché (sobre todo en el italiano), en el libro se redondean algunos conceptos que esclarecen. A saber:
 

* Crisis de la soberanía territorial: fin del orden westfaliano (por la Paz de Westfalia de 1648). La política (o sea la capacidad para decidir qué cosas deberían hacerse) se ha divorciado del poder (o sea, la capacidad de conseguir que se hagan las cosas). Fuerzas globales que operan en un espacio de flujos (Manuel Castells dixit) han quebrado la unión natural entre Estado y Nación, el principal principio de la convivencia humana sobre la Tierra durante casi cinco siglos. Los jefes ya no sienten ligados a un lugar y tienen la libertad de trasladarse a otro cualquiera.

* Precariado: Estrato social de dimensiones planetarias que se nutre de todos los restos del antiguo proletariado industrial, así como de pedazos cada vez más extensos de la clase media. Este sector ha estado unido hasta ahora por una sensación de existencia vivida entre arenas movedizas o en la falda de un volcán. 


* El espectro de la indignación: Razones para estar indignados y testimoniarlo en las calles sobran en todo el mundo (como la colosal corrupción dentro de los populismos latinoamericanos), pero Bauman señala que el factor com£n es "la humillante premonición de que nos encontramos sumidos en la ignorancia y la impotencia''.


* El ocaso del Estado de bienestar: Las fuerzas económicas favorecen hoy la competencia implacable, el egoísmo, las divisiones sociales con la misma lógica implacable que la situación anterior de dependencia mutua generaba límites a la desigualdad social y fortalecía los compromisos, las alianzas firmes y duraderas y, en definitiva, la solidaridad humana.


* Servidumbre voluntaria: las fuerzas del mercado están mucho más avezadas que las fuerzas políticas en el arte del adoctrinamiento ideológico, reencarnado ahora en la producción de demanda. Vivimos en una sociedad confesional: estamos ansiosos por facilitar, de motu propio y a nuestra propia costa, todos los detalles de las maniobras y los hechos que realizamos y que vamos a realizar. Las redes han sustituido a los ya anticuados conceptos de comunidad o comunión. La era del pensamiento utópico ha llegado a su fin (en la Argentina no se nota).


* Generación Y: primeros seres humanos que no han vivido en un mundo sin internet. Trabajan en casi empleos. Su compromiso laboral es nulo. Tienen la firme convicción de que la vida está en otra parte. Cultivan las relaciones puras (Anthony Giddens, dixit) que están fundadas exclusivamente en la gratificación que proporcionan y cuando esta mengua o desaparece dejan de tener razón de continuar. Hoy lo que de verdad importa es la comodidad.

Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa

Calificación: Regular

 

PD: En este blog se han comentado duramte los últimos ocho años ensayos más profundos del profesor Bauman:
1) http://labibliotecadeasterion.blogspot.com.ar/2011/12/danos-colaterales.html
2) http://labibliotecadeasterion.blogspot.com.ar/2010/04/mundo-consumo.html
3) http://labibliotecadeasterion.blogspot.com.ar/2013/04/sobre-la-educacion-en-un-mundo-liquido.html
4) http://labibliotecadeasterion.blogspot.com.ar/2008/01/vidas-de-consumo.html
 

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